REVISTA TEÓRICA NUEVO RUMBO

Habíamos sufrido en carne propia la crisis del 14 de Junio. Tuvimos que admitir que estábamos equivocados, que habíamos perdido el rumbo y que teníamos que reflexionar, profundizar en nuestros errores y prepararnos para retomar la marcha, recomenzar con bríos renovados y con mayor claridad en los objetivos.

Nosotros éramos, en esos momentos, militantes revolucionarios a tiempo completo, educados en las enseñanzas de Manolo y de aquella generación de aguerridos revolucionarios, hombres y mujeres, que estremecimos el país con nuestra acción y que sentamos un ejemplo de militancia incondicional, a todas las generaciones posteriores.

Se le conoce, a aquel período (1959-1965) y los hombres y mujeres que lo protagonizaron y participaron en todas sus luchas, como “los años de luz” “la militancia de la luz”, por su nivel de militancia, por su aguerrida actitud ante la lucha, por los valores morales que pusieron en práctica, donde la consigna central era “hacer coincidir las palabras con los hechos, en cada hombre y mujer comprometidos”.

Como hemos explicado, nos retiramos y vivimos tres largos años trabajando, de sol a sol, junto con campesinos y “echa días”, en una remota aldea de la línea noroeste, llamada Villa Lobos Adentro, de la Provincia de Monte Cristi, a orillas del río Yaque del Norte.

Pero nos animaba la alegría y la perseverancia de los auténticos revolucionarios, sin importar su jerarquía. ¡Estábamos decididos a continuar y buscar los nuevos caminos que nos podrían conducir a retomar la lucha con mas bríos, pero reencontrando el camino de la lucha por la revolución y superando los errores que habíamos cometido.

Así surgió, sobre la base de la voluntad y el pensamiento de Nelson Moreno Ceballos y Fidelio Despradel, la idea, convertida en obsesión, de fundar una revista teórica marxista (por aquello de que “Antes de unirnos y para unirnos debemos definirnos con claridad y precisión”); nosotros dos en solitario, que aspirábamos, como podrán observar, alcanzar la articulación de un primer “grupo operativo”, dándole comienzo, entonces, a una lucha por construir una corriente socialista y un sólido grupo que la impulse y sostenga.

Por aquello de explicar el conjunto de razones y situaciones que nos impulsaban a ello, que nos podría ocupar muchas líneas, es mucho mejor reproducir fragmentos de su primer editorial, que se explica por sí mismo:

Empieza nuestro gran esfuerzo

El primer número de la Revista Nuevo Rumbo, editado en la mayor clandestinidad, salió a la luz en el mes de abril de 1972. Nuevo Rumbo surgió con una idea muy clara, que se expresó desde el editorial y el artículo principal de su primer número:

“¿Qué hacer para avanzar con paso firme hacia el desarrollo del pensamiento de los comunistas dominicanos y del grupo operativo de militantes que habrán de fundirse alrededor del mismo?”

“Y……. ¿Por dónde empezar este difícil y arduo camino?

“Por la organización de un órgano teórico de nuevo tipo que sirva de instrumento para el desarrollo del pensamiento y la acción de los comunistas dominicanos, decimos nosotros:“Desde hace más de tres años venimos sosteniendo este criterio y luchando por su materialización. Nuevo Rumbo es la réplica a este es-fuerzo” (primera página del Editorial de la Revista Nuevo Rumbo No. 1; abril de 1972, escrito por mí.)

En otra parte de este Editorial se puede leer:

“Somos parte del movimiento que en los últimos 12 años brega por abrir nuevos caminos para nuestra sociedad. En ese camino hemos perdido extraordinarios compañeros; valores que ennoblecen la historia reciente de nuestro martirizado pueblo.

“Estamos decididos a continuar este esfuerzo. Pero tenemos el compromiso de abrir un “nuevo rumbo”. De ese pasado glorioso debemos aprovechar sus grandes experiencias y los ennoblecedores ejemplos de decisión y coraje, pero debemos abrir promisorios surcos y adoptar la firme determinación de no caer de nuevo en la espontaneidad, la improvisación y el simplismo en el análisis de los problemas que han caracterizado nuestras actuaciones en el paso por la convulsionada historia de los últimos 12 años.

“Este nuevo órgano teórico representa esa voluntad de lucha por abrir inéditos y promisorios caminos a la revolución, y una respuesta al que hacer y por donde empezar….

“No pretendemos crear un órgano de intelectuales-publicistas, al día con todos los problemas teóricos y con el “último grito “en el análisis de los problemas. De este tipo de publicación nos distinguen dos particularidades esenciales:

“Una….luchamos por “crear y organizar (…) un grupo operativo-militante de propagandistas, paso previo al nacimiento de sólidas fracciones Marxista-Leninistas diseminadas en todos los centros importantes de trabajo y resistencia revolucionaria, las cuales deberán unirse en el futuro en un grupo proletario único”.

“Dos…partimos del criterio de que para crear toda una nueva base y nueva cultura marxista en el país no es suficiente que se difundan grandes verdades y se organicen hombres alrededor de estas verdades, sino que es-tas, una vez “descubiertas” yplanteadas deben ser popularizadas, “socializadas”, transformándolas en la base de las actuaciones de miles y cientos de miles de hombres y mujeres que día a día sufren el rigor de la injusticia y la explotación del actual sistema.

“Estamos conscientes de que en esta tarea no solo enfrentamos a las clases reaccionarias del país y al imperialismo, sino también, aunque con carácter y proporción distintas, al “medio revolucionario”, a los hábitos y posiciones políticas que han venido anquilosando y aislando al movimiento revolucionario de nuestro país.

“Asimismo,empezamos nuestra labor en un medio hostil. Seis años de auge contrarrevolucionario y agotamiento de los viejos esquemas, hanprovocado un trastrocamiento de los valores en el país. La mediocridad ha abierto brecha en nuestra sociedad y este ambiente afecta las filas de los partidarios del cambio y la revolución.

“Las miras se estrechan, los ideales se empequeñecen. Es difícil elevar el vuelo y hacer brillar la luz de los ideales cuando los arquetipos apenas alzan los pies.

“El ambiente propicia la mediocridad. A la estridencia se le llama firmeza; a la repetición dogmática de verdades generales, programas; al conocimiento de fechas y de unas cuantas obras aisladas, capacidad teórica. En fin, hay un descenso general del termómetro para medir los valores y las metas.

“Y para avanzar en este ambiente hay que multiplicar los esfuerzos y hacerse de una gran confianza en el camino elegido. De este estanca-miento “los pueblos no despiertan loando lo que fue, sino sembrando el porvenir.”(Fragmentos del Editorial de la Revista Nuevo Rumbo No. 1)

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