Me enteré hace una hora del fallecimiento de Leandro Guzmán.
Fundador del “14 de Junio en la clandestinidad”
Secretario General, cuando el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, decidió irrumpir en la vida pública, desde la Asamblea de Junio del 1961
Íntimo compañero de lucha de Manolo. Con temperamentos muy distintos, Leandro siempre acompañó a Manolo y a toda la generación del 14 de Junio, en aquellos momentos en que, en nuestro país, las masas se tiraron a la calle y le imprimieron su sello distintivo a la crisis y coyuntura política que se vivieron en esos primeros años, post-Trujillo.
Por haber caído preso, no participó en la Insurrección Guerrillera del 28 de noviembre de 1963, donde Manolo y otros 28 compañeros cayeron en combate o fueron vilmente asesinados.
Hombre bueno, buen amigo, consecuente con la “palabra desde empeñada” por aquella “Generación de la Luz”
Su muerte nos enluta a todos los “castorcistas”, y en especial, a aquellos que sostuvimos una relación fraterna y de amistad con él, durante el tiempo en que compartimos “la misma trinchera”.
Su muerte me sorprendió fuera de la capital. Por ello no estoy entre los y las que acompañamos los restos del amigo y catorcista.